La final de la Copa de Campeones de América 1960 fue una serie a doble partido que determinó al campeón de la primera edición de la actualmente denominada Copa Libertadores de América. Dichos duelos definitorios fueron disputados entre el Olimpia de Paraguay y el Peñarol de Uruguay.
El partido de ida se jugó el domingo 12 de junio, en el Estadio Centenario de Montevideo en donde Peñarol derrotaría por 1 a 0 a Olimpia. Mientras que el partido de vuelta se llevó a cabo el 19 de junio, en el Estadio de Puerto Sajonia de Asunción en donde Olimpia y Peñarol empatarían 1 a 1; resultado que le permitiría a Peñarol salir campeón y dar su vuelta olímpica al ganar 3 a 1 en los puntos.
Fue la primera vuelta olímpica que se daba en la Copa Libertadores.
Olimpia arribó a la final de aquella Libertadores al superar en semifinales al Millonarios colombiano en dos encuentros. En Bogotá, los olimpistas habían empatado 0-0 y en la revancha en Puerto Sajonia, el cuadro franjeado goleó por 5-1.
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La primera final copera de aquella edición de 1960, se jugó el domingo 12 de junio en el estadio Centenario y fue ganada por Peñarol, 1-0, con tanto del ecuatoriano Alberto Spencer. El partido fue muy incidentado y terminó con la expulsión del zaguero central olimpista, Juan Vicente Lezcano. Al término del cotejo los franjeados prometieron venganza en el partido de vuelta, en Asunción, no solo en el marcador, sino que también se referían a devolver todos los golpes que recibieron en el Centenario.
En medio de polémicas declaraciones cruzadas, de parte de ambos bandos, se llegó al cotejo de revancha, aquel domingo 19 de junio del 60. Al empezar el encuentro el viejo estadio de Puerto Sajonia era un hervidero, sin embargo el gol de Olimpia convertido por Hipólito Recalde, a los 28 minutos, tranquilizó mucho el ambiente.
Así iba transcurriendo el cotejo, con la victoria parcial de los decanos y cuando ya se pensaba en la finalísima que debía de jugarse en Santiago de Chile, se produjo el tanto del empate, por intermedio del histórico Luis Cubilla, a los 37’ de la complementaria.
Ya no hubo tiempo para la reacción, los uruguayos daban la vuelta olímpica en el mismísimo estadio de Puerto Sajonia y a Olimpia le quedaba el orgullo de haber sido uno de los finalistas de la primera edición de la Copa Libertadores de América.